La Planificación Familiar es una actividad preventiva y promotora de la salud. Ayuda a la población a evitar embarazos no deseados, permitiendo la libre elección del número de hijos, así como el intervalo entre gestaciones, mejorando la salud reproductiva de las parejas.
Íntimamente relacionado a la Planificación Familiar se encuentra la prevención de las infecciones de transmisión sexual (I.T.S.), que son un verdadero problema de Salud Pública en la actualidad.
La mayoría de los métodos anticonceptivos que se han desarrollado a lo largo de toda la historia han estado dirigidos a la población femenina, muestra una vez más del machismo establecido en nuestra sociedad.
Hay tres momentos en la vida de una mujer en la que se hace mucho más importante la Planificación Familiar: la adolescencia, el periodo posparto y la perimenopausia. En la adolescencia por el riesgo de asumir un embarazo no deseado y las I.T.S. En el posparto por el riesgo de asumir un embarazo cuando el cuerpo aún no está recuperado al 100% del parto. Y en la perimenopausia, por el riesgo de asumir un embarazo de alto riesgo relacionado con el incremento de alteraciones cromosómicas fetales.
Entre los derechos que tenemos cuando acudimos a las consultas de los profesionales sanitarios para solicitar consejo contraceptivo se encuentran:
- Información de los diferentes métodos anticonceptivos comercializados en España.
- Libre elección del método anticonceptivo.
- Acceso al método elegido.
- Seguridad que proporciona el método.
- Preservar la confidencialidad y la privacidad.
- Reconocer la comodidad/facilidad de uso del anticonceptivo y continuidad del mismo.
Para poder elegir un método anticonceptivo tenemos que tener presentes una serie de premisas:
- Eficacia: Indica la capacidad del método para evitar embarazos.
- Seguridad: Son los efectos que el método puede producir sobre la salud de las personas.
- Facilidad y comodidad de uso del método anticonceptivo.
- Precio.
- Accesibilidad del método.
- Edad del usuario/a.
- Número de parejas sexuales.
- Formación y capacidad para el aprendizaje.
- Deseo de fertilidad futura.
- Aceptación de la pareja.
- Interacción del método con la relación coital.
Los profesionales del Centro de Salud pueden informarnos sobre todo ello, y una vez que conocemos las características de los métodos anticonceptivos y su funcionamiento, debemos pensar cuál de ellos se ajusta mejor a nuestras necesidades y estilo de vida.
En función de todo ello, los propios profesionales entran en juego de nuevo para realizar el consejo contraceptivo, en el que valorando nuestros antecedentes sanitarios familiares y personales, hábitos tóxicos, prácticas sexuales, tratamientos…nos aconsejan el que se ajusta definitivamente más a nosotros/as.
La Organización Mundial de la Salud (O.M.S.) establece una serie de criterios de elegibilidad de los métodos anticonceptivos comercializados según las características personales individuales.
Hay métodos anticonceptivos que son de venta libre y otros que requieren receta médica para adquirirlos.
La elección última del método anticonceptivo a utilizar es del propio usuario/a, de ahí la importancia de conocer todos los ítems que hemos comentado anteriormente.
En muchas publicaciones podemos encontrar como métodos anticonceptivos la abstinencia y el coito interrumpido o “marcha atrás”. La abstinencia sexual no se considera método anticonceptivo puesto que no se establece una relación sexual. En lo que se refiere a la “marcha atrás” todos conocemos la frase de “antes de llover chispea”, o sea, que aunque no se haya eyaculado, los lubricantes naturales que poseen los chicos pueden contener algunos espermatozoides. Aunque ahí no queda la cosa, se ha comprobado en los últimos años que este tipo de método utilizado a medio-largo plazo puede producir: disminución de la libido, eyaculación precoz, insatisfacción sexual en la pareja y otras disfunciones sexuales.
Vamos a hacer un resumen de los métodos anticonceptivos que existen en el mercado. En próximas publicaciones iremos desgranando las características de cada uno de ellos.
Los métodos anticonceptivos naturales no tienen efectos secundarios pero su eficacia es menor a otro tipo de métodos.
El D.I.U. de cobre (dispositivo intrauterino) es otro método anticonceptivo que implanta el ginecólogo en el útero y tiene una gran eficacia.
Los métodos anticonceptivos de barrera, además de evitar los embarazos no deseados, disminuyen en gran medida las I.T.S.
El mayor grupo es el de los métodos anticonceptivos hormonales y actúan fundamentalmente de la siguiente forma:
- Evitan la ovulación.
- Disminuyen la motilidad de las trompas de Falopio.
- Disminuyen el grosor del endometrio (capa más interna del útero).
- Aumentan el espesor del moco cervical.
Entre la población adolescente heterosexual, el método combinado es el de elección. El uso por parte del chico de un método de barrera y de la chica de uno hormonal reduce en gran medida tanto los embarazos no deseados como las I.T.S.
Entre los métodos anticonceptivos definitivos encontramos unos quirúrgicos y otros no quirúrgicos.
En ocasiones, cuando se ha mantenido una relación sexual sin protección, ha fallado el método anticonceptivo de barrera…se puede recurrir a la píldora postcoital. Hay que decir que este recurso no debe utilizarse como método anticonceptivo, sino como método de “rescate” ante situaciones excepcionales. El Levonorgestrel (L.N.G.) puede tomarse hasta 72 horas después de la “relación sexual de riesgo” y el Acetato de Ulipristal hasta las 120 horas siguientes. El L.N.G. es de dispensación libre, no así el Acetato de Ulipristal que necesita receta médica.
En la actualidad se están desarrollando métodos anticonceptivos hormonales femeninos de larga duración y masculinos que impiden el paso de los espermatozoides a través de los conductos deferentes.
Resumiendo, ¿qué deberíamos hacer si queremos empezar a utilizar un método anticonceptivo?:
- Acudir a un/a profesional sanitario que nos informe sobre los diferentes métodos anticonceptivos (Centro de Salud, Centros de Planificación Familiar, Blog de Salud Sexual y Reproductiva y Relaciones Interpersonales...).
- Pensar cuáles son los que se ajustan más a nuestras necesidades.
- En función de todo ello, el profesional sanitario nos recomendará el más adecuado.
- Este proceso se puede realizar en una misma consulta programada.
- Los profesionales sanitarios que pueden ofrecernos este consejo contraceptivo son: matrona, enfermera, médico de familia y ginecólogo.
- También existen otras posibilidades para solicitar esta información, como puede ser la de ponerse en contacto con los profesionales de este Blog mediante el ítem de “Contacto”. Así, solo con vuestro email se puede mantener una comunicación más individualizada, fluida y personal.
Esperamos que esta información haya sido de vuestro interés, y os invitamos a que nos trasladéis vuestras dudas y preguntas.
Imagen | anticonceptivos by my Nokia N8 de cristian bernardo velasco valdez bajo licencia CC BY-NC-SA 2.0
Muchas gracias por la informacion.
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