Frente a los problemas, más o menos graves, parecidas circunstancias socioeconómicas, familiares y laborales, hay personas que se hunden y que contemplan la vida como un lugar en el que ya no hay capacidad de reacción, o personas que piensan que la vida vale la pena, que ahí fuera quedan oportunidades para todos, y que a mal tiempo, buena cara.
La resilencia se define como la capacidad de soportar los golpes y los avatares de la vida y sobreponerse a las circunstancias adversas. La persona resilente sufre, siente y padece, pero no se recrea en estas emociones, no se recrea en el dolor. Sino que lo interpreta como parte del proceso, o del bache. El dolor y las circunstancias difíciles forman parte de la vida, son parte del juego.
" El hombre que se levanta es aún más fuerte que el que no ha caído" VIKTOR FRANK
¿Alguna vez te has preguntado si tienes resilencia? ¿Eres capaz de olvidar el pasado, sobreponerte y mirar hacia delante?
Imagina tu existencia como un juego; un juego en el que parte de las reglas las escribes tú, pero otras vienen determinadas. La definición que hagas de cada piedra que se cruza en tu camino,va a determinar la forma como te enfrentas o huyes de ella. Si vemos la vida como ese lugar en el que tienes que aprender a vencer obstáculos, luchar como un guerrero fuerte contra los dragones, un tablero con pruebas de lógica y estrategia en las que debe pensar para resolver las situaciones, seguro que será más atractivo que si defines las piedras como mala suerte, desgracias, o como algo dado en lo que no puedes intervenir. Esta visión te hace ser víctima y no protagonista.
La vida es un juego en el que tienes que ganar; entendido este concepto como la capacidad de ir solventando obstáculos, aprendiendo de los errores y de tus victorias, siendo feliz y disfrutando de los detalles. Y también significa no dejar que el pasado te condicione, siempre hay oportunidades, pero se deben tener los ojos bien abiertos para poder verlas.Tu atención es como un faro que alumbra en la oscuridad. Deja de enfocar a lo que no funciona, eso no te va a ayudar a avanzar.
Capacidad de superación
"El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino"
¿Por qué hay personas con resilencia y otras no? ¿Podemos entrenarnos para convertirnos en alguien resilente, o tienes que aceptar tu victimismo y derrotismo como modo de vida?
Es importante tener presente:
- Aceptar la parte injusta de la vida. Todos vivimos alguna vez una situación que no nos merecemos. ¿Qué hacer? La decisión inteligente es centrar la atención en cómo puedes actuar para sumar. Refunfuñar, quejarte sin sentido, dedicarte a hurgar en la herida no te devolverá la justicia. Abandona el victimismo, te hace débil y te deja fuera de juego.
- Valorar tus recursos y capacidades. Te percibirás como alguien valioso si le das valor a lo que funciona, si en tu memoria están más presentes los éxitos que los fracasos. Tener un autoconcepto positivo da confianza y autoestima. Es importante fomentar esto en los niños, para que sean adultos resilentes. Reconoce y potencia tus fortalezas.
- Cómo observas tu potencial. A pesar de que el juego de la vida te haya ganado una partida, quedan muchas por delante. Debes contemplarte como alguien con capacidad para volver a superarte. ¿Por qué?, porque tienes capacidad de aprendizaje. Los fracasos nos dicen cómo no hacer algo, pero no dicen que no sea capaz de volver a intentarlo. Analiza el error para aprender de él. Y luego haz borrón y cuenta nueva. Es el momento de empezar otra vez.
- Solución de problemas. Las personas resilentes ven los problemas como misterios a los que hay que dar salida. No son problemas que bloquean sus vidas. Son enigmas, juegos y pruebas. Imagina que eres otra persona, con una manera distinta de observar el mundo...más positiva, más atrevida, más creativa. intenta buscar propuestas desde este punto de vista.
- Dí adiós al victimismo. Las personas resilentes no se lamentan de su pasado, ni del que ellos provocaron, ni del que fueron víctimas. Su pasado les sirve para analizar y tomar decisiones, pero no para sufrir. Su atención está puesta en hoy, en qué puedo hacer ahora para ser más fuerte, más feliz y para alcanzar mi objetivo. Se trata de evitar que la vida decida por tí. Deja de mirar por el retrovisor.
- Implicarse con responsabilidad. A principio de los años setenta se definió la personalidad resilente. Y una de sus virtudes es la responsabilidad con lo que depende de uno mismo. Busca atribuir tus éxitos y fracasos a variables internas tuyas. Así sabrás qué tienes que repetir la próxima vez que te enfrentes a un reto y qué tienes que cambiar para mejorar ante futuros problemas.
- Comprométete. El compromiso es una de las características de los resilentes. Depende de su escala de valores, del respeto que tenga a su palabra. Pero también está vinculado a su implicación, a cómo se involucra en sus obligaciones y en sus placeres. Tener compromiso significa decir que va a hacer algo y hacerlo; tener palabra con uno mismo y con los demás.Si tienes dudas de no ser capaz de llevar a cabo lo que estás diciendo, es mejor pecar de prudente que de bocazas.
- Pon un ritmo diferente en tu vida. Si te dedicas a pasar por la vida a toda velocidad, no serás consciente de qué te está pasando, de qué puedes disfrutar, ni de vivir en el presente. Querrás todo el rato buscar la felicidad en el futuro, llegar a ese lugar en el que crees que serás feliz. Pero la felicidad está aquí, hoy, contigo y con todo tu entorno. Tienes que aprender a relacionarte de forma diferente, de manera que te favorezca , que seas capaz de contemplar y degustar lo que ves,oyes, sientes, hueles y tocas. El presente es el lugar en el que tienes margen de maniobra, no lo desprecies ni lo ningunees.
- Observa la vida de forma positiva. Confía en que la vida te deparará momentos felices e involúcrate para conseguirlo. Puedes dirigir tu cerebro, tu mente, tus pensamientos, y orientarlo como un radar para buscar los aspectos positivos. Tu manera de pensar determina en gran parte cómo te sientes y las cosas que haces.
- Buscadores de tesoros. La vida es un continuo desafío, un lugar en el que aparecen oportunidades. Si te aferras a la idea de que hay un tren y que si no te subes al vagón preferente perderás la oportunidad, te estás condicionando. La vida está llena de trenes, de todos los tipos y de todas las clases; si no pasa hoy será mañana. En alguno tienes que subirte, pero no hay solo uno que si se te pasa, pierdes la oportunidad. La vida ha dejado de tener ese carácter de "para toda la vida". Ahora se acepta el cambio, tanto en la vida personal como en la profesional.
- Enfrentarse en lugar de huir. Los resilentes postergan menos. ¿A qué te conduce postergar? A nada positivo. Solo a que retrases la obligación, te sientas mal contigo mismo y te aumente el nivel de pereza y ansiedad para resolver lo que tienes pendiente. Los obstáculos se analizan, se solucionan, pero no se evitan. Evitar no es la solución, sino parte del problema y de tu malestar. No tengas miedo, ni siquiera a pasarlo mal. ¿Realmente lo vas a pasar tan mal "metiéndole mano al asunto"? Seguro que no, es más lo que crees que lo que realmente tienes frente a tí.
Recuerda: la vida no te deja en el camino si tú no se lo permites.
Imagen | Golpe de puño de Farmgirlmiriam bajo licencia CC0
Muy interesante e instructivo,valido para uno mismo y la sociedad,nos hace mas Humanos,Libres y protagonistas de muestra vida.
ResponderEliminarUn Abrazo Cesar.
Laureano.