jueves, 7 de junio de 2018

CHEMSEX: Combinación Fatal de Sexo y Drogas

El CHEMSEX surge de la expresión chemical sex, sexo químico. Es la combinación de relaciones sexuales con el uso de drogas ilegales o sin receta médica con el fin de que se facilite, potencie o prolongue (a veces por más de un día) el encuentro sexual. 

Ya vimos en un artículo publicado en el Blog el día 4 de noviembre de 2017, la problemática suscitada con el STEALTHING por el riesgo de contagio de ITS y embarazo no deseado o no planificado. El CHEMSEX es ir un paso más allá, es mezclar en una peligrosa coctelera sexo y drogas. 

Las drogas que más se utilizan son la mefedrona (mefe), la metanfetamina (tina, meta, meth, cristal meth) y el GHB (éxtasis líquido). A estas drogas, en muchas ocasiones se añaden el MDMA (éxtasis), Popper, cocaína, fármacos para la disfunción eréctil (Viagra®) y alcohol. 

En el siguiente gráfico podemos ver la evolución de los episodios de urgencias hospitalarias relacionadas con el consumo de drogas en los últimos años en España. 



Como puede verse, las tres drogas que causan la mayoría de los casos de intoxicación tratados en urgencias hospitalarias son la cocaína, el alcohol y el cannabis. 

Al usar estas drogas es muy fácil olvidarse de tomar precauciones, como puede ser el uso del preservativo. 

A continuación vamos a ver algunos efectos secundarios propios de las drogas citadas anteriormente: 
  • Mefedrona: palpitaciones, dilatación de pupilas, boca seca, tensión mandibular, disminución del apetito, sudoración intensa, piel fría, depresión intensa… 
  • Metanfetamina: hipertensión arterial, infarto, hemorragia o infarto cerebral, agresividad, alucinaciones, depresión, suicidio… 
  • GHB: disminución de la conciencia, coma, vómitos, perforaciones en el aparato digestivo… 
  • MDMA: ansiedad, mareos, náuseas, dilatación de pupilas, boca seca, tensión mandibular, palpitaciones, disminución del apetito, dificultad para orinar, tristeza, cansancio, ansiedad, enfermedad mental… 
  • Popper: dolor de cabeza, palpitaciones, síncope… 
  • Cocaína: palpitaciones, hipertensión arterial, infarto, hemorragia o infarto cerebral, insomnio, disminución del apetito… 
  • Fármacos para la disfunción eréctil: dolor de cabeza, congestión nasal, hipotensión arterial, palpitaciones, dolor de espalda, alteraciones visuales, infarto, alteraciones en la erección del pene… 
  • Alcohol: confusión, vómitos, convulsiones, alteraciones respiratorias, palidez, hipotermia, pérdida del conocimiento, coma… 

El problema es grave, puesto que en estos encuentros sexuales se utilizan varias drogas que pueden causar efectos secundarios muy importantes y sobretodo, difíciles de tratar. 

Esta peligrosísima “moda” se inició hace unos diez años en Estados Unidos y llegó a Europa a través del Reino Unido. 

Las ciudades españolas donde más se realiza son Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga. Suelen practicarla más los colectivos LGTBI, y el perfil suele ser el de personas de unos 30 años con estudios. En España lo suelen practicar hombres que tienen relaciones con otros hombres (homosexuales o bisexuales). En el último año se ha triplicado el número de este tipo de encuentros sexuales. 

Podemos pensar que como el perfil de la persona que realiza esta práctica tiene una edad media de 30 años, los adolescentes no son población de riesgo. Nada más lejos de la realidad. Debemos pensar que se considera que la adolescencia no finaliza hasta los 24-25 años, y es común que este tipo de prácticas empiecen a realizarse cada vez en edades más tempranas. Se han descrito casos en España entre estudiantes universitarios. 

Se suele quedar con desconocidos a través de redes sociales en sesiones de grupo que duran horas o días, pudiendo llegar a provocar daños a nivel tanto físico como psíquico. A veces, hay sesiones en las que se invita a una persona “de incógnito” que tiene una infección por VIH y convierte este tipo de práctica en una “ruleta rusa del sexo” o bugchasing. 

Otra modalidad más peligrosa aún es el “slam”. En esta práctica se incluyen drogas inyectables para conseguir efectos más intensos y rápidos, por lo que el riesgo de contagio de graves infecciones se multiplica. 

Evidentemente, los riesgos de este tipo de práctica, además del contagio de ITS, es el del propio consumo de la sustancia tóxica, aunque la mayoría de las personas que la realizan no tienen conciencia del problema de asociar drogas al sexo. 

Por todo ello, los especialistas opinan que estamos ante un verdadero problema de Salud Pública por el riesgo de adicciones a drogas y el incremento de ITS. Tanto es así, que el Hospital Clínico de Barcelona ha abierto la primera consulta médica específica de chemsex. 

Disponer de una adecuada formación sexual, conocer los riesgos del consumo de drogas y ser consciente de los graves problemas que pueden causar prácticas sexuales como la descrita en este artículo, son puntos básicos que deben entender los/las adolescentes como garantía de su salud.

4 comentarios:

  1. Que barbaridad , con toda la información , comunicación , todo lo que sabemos ... cada vez estamos peor . Esta sociedad ...

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  2. El bienestar de uno es sumamente importante, tus artículos demuestran lo interesado que estás por el bienestar
    de tus lectores. ¡Por favor sigue escribiendo artículos de salud!

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  3. Esto es importante, es algo de lo que se suele hablar tanto y es bueno que la gente sepa lo que hace.

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Imagen de fondo: Group Jump de Paolo Dala bajo licencia CC