viernes, 22 de febrero de 2019

Ciberviolencia


La Ciberviolencia es la violencia sustentada en el mundo virtual, utilizando las nuevas tecnologías como medio para ejercer algún daño o dominio. Es llevar la violencia al entorno online, donde se pueden “digitalizar” las situaciones de violencia, intimidación y los mecanismos de control.

El mundo virtual se ha convertido en un espacio perfecto para la comisión de delitos entre los que destacan los de índole sexual. Los ciudadanos tenemos una gran responsabilidad. Debemos hacer visible esta oculta realidad y denunciar este tipo de actividades ilegales.

Cualquier persona está expuesta a sufrir este tipo de violencia, y no tomar medidas de una forma temprana puede agravar la situación. Son muchos casos los que salen a la luz pública, pero tan sólo estamos ante la punta del iceberg. Es por ello que, debemos conocer los tipos de Ciberviolencia y cuáles son sus características principales.

En este artículo vamos a asomarnos a una realidad que se multiplica exponencialmente en nuestro medio. Próximamente, abordaremos de una forma más detallada cada una de estas ciberviolencias.

Existen múltiples tipos de Ciberviolencia, siendo las más graves las que se sustentan en el género. El colectivo femenino (mujeres, adolescentes y niñas) es especialmente vulnerable a este tipo de violencia.



El Ciber-control es el control continuado de la persona con la que se tiene un vínculo afectivo y/o sexual a través de dispositivos móviles. Ejemplos de Ciber-control sería pedir una foto de con quien se está, mandar la ubicación, apps de geolocalizadores, etc.

El Ciber-acoso es realizar de forma reiterada (a través de los soportes digitales) agresiones con mensaje de texto o voz, imágenes fijas o grabadas, etc., con la finalidad de disminuir la autoestima, la dignidad y dañar el estatus social de la persona. Provoca daños psicológicos, estrés emocional y/o rechazo social.

La Sextorsión consiste en chantajear a una persona por medio de una imagen (vídeo o texto) de sí misma con connotaciones sexuales explícitas que ha compartido con alguien a través de internet o dispositivos móviles (Sexting). La víctima es chantajeada para mantener relaciones sexuales, así, las imágenes pueden ser utilizadas para producir pornografía entre otras.

El Sexpreading es el envío por medios digitales de fotografías, vídeos o textos con carácter sexual sin el consentimiento de la persona que aparece en los mismos.

El Grooming consiste en realizar acciones por parte de una persona adulta para establecer lazos de amistad con niños/as en internet, con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del/la menor, o incluso la preparación para un encuentro sexual.

La Cibermisoginia es la violencia digital como forma de odio hacia las mujeres.

La Ciberviolencia Simbólica es la violencia indirecta y normalizada en nuestra sociedad. Es hacer de la mujer un objeto.

La Suplantación de Identidad es hacerse pasar por otra persona con la intención de crear perfiles falsos para contactar con otras personas, robo de claves, hacer publicaciones en nombre de otros/as, etc.

Ante estos hechos, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Nos hemos encontrado en alguna ocasión ante uno de los casos que acabamos de ver?

Es hora de detener este tipo de violencias que no hacen más que denigrar, anular y destrozar las vidas de las personas. Para ello, la información y la formación son pilares básicos en los que basar nuestra acción. Valores morales como el respeto, la solidaridad, la lealtad y la honestidad entre otros, deben ser piezas del engranaje de una máquina que nos haga más libres y felices.

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Imagen de fondo: Group Jump de Paolo Dala bajo licencia CC