Llevamos más de un año sumergidos en una pandemia socio-sanitaria que ha hecho tambalearse los pilares de nuestra sociedad. La COVID-19 ha hecho “saltar por los aires” nuestro estilo de vida y la alarma sanitaria mundial ha cambiado nuestras costumbres y forma de relacionarnos. Además del coste en vidas humanas y personas a las que han quedado secuelas, también ha “invadido” el ámbito de la salud sexual y reproductiva. En este periodo de tiempo hemos visto un incremento en el número de abortos, de infecciones de transmisión sexual, de embarazos no deseados y la necesidad de información sobre métodos anticonceptivos entre la población adolescente de nuestro medio.
Los protocolos de atención a la sexualidad, el asesoramiento contraceptivo e incluso la forma de relacionarnos los profesionales socio-sanitarios con los/las adolescentes han sufrido un cambio muy importante. Las actividades que veníamos realizando en diferentes I.E.S. del radio de influencia de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan se vieron suspendidas por la pandemia. Además, la emergencia sanitaria que ha supuesto la misma, ha limitado la atención a la salud sexual y reproductiva. Ahora bien, la posibilidad de utilizar este Blog como herramienta básica en el asesoramiento sexual y afectivo se ha mantenido intacta, por lo que se han recibido miles de visitas desde múltiples países (son ya 77 países desde los que se accede a este Blog de forma habitual).
El nuevo escenario que ha planteado la acción del coronavirus, no ha hecho más que motivarnos para dar respuesta a la población adolescente en lo que se refiere a la anticoncepción de urgencia, el asesoramiento contraceptivo, la prevención y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual y la salud afectivo-sexual.
El Observatorio de la Salud Sexual y Reproductiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) ha publicado la Encuesta de Anticoncepción en España 2020 realizada por SIGMADOS. En los datos que veremos a continuación referente a la población adolescente podemos sacar una serie de conclusiones que son muy importantes en el abordaje de la salud:
• La edad media de inicio de las relaciones sexuales entre chicos/as de 15-19 años es de 15,82 años. Esto supone que hay muchos chicos/as que las inician a edades cada vez más tempranas (12-13 años).
• El número medio de parejas sexuales es de 1,71 durante el último año. Curioso dato cuando el tiempo medio de relación por pareja es de unas 9 semanas.
• El 28,3% de las relaciones sexuales se realizan sin un método anticonceptivo habitual, con el riesgo que esto supone para el contagio de infecciones de transmisión sexual y de embarazo no deseado.
• Hay un 39,8% de chicas entre los 15-19 años que han tomado en algún momento la píldora del día después, postcoital o de urgencia. Es importante hacer hincapié que la anticoncepción de urgencia no debe utilizarse como método anticonceptivo habitual.
• Sólo se ha informado al 34% de las chicas sobre la existencia de los métodos anticonceptivos de larga duración reversibles (LARC). Todas las guías de buenas prácticas clínicas a nivel internacional recomiendan también informar sobre los LARC a la población adolescente, puesto que es una opción muy interesante si se dan las circunstancias oportunas.
• El 37,1% de la población adolescente no utiliza métodos anticonceptivos. De los que se utilizan, el 29,2% corresponde a preservativo, el 27,6% a la píldora, el 2,4% al implante subcutáneo, el 2,4% al parche y el 1,5% al DIU de cobre.
• El 77,9% no utiliza nunca el doble método, que es la anticoncepción ideal en la adolescencia puesto que evita tanto los embarazos no deseados como las infecciones de transmisión sexual.
• El 37,8% utilizan anticonceptivos por iniciativa propia, el resto está indicado por profesionales sanitarios. Se desconoce la información y/o formación de que disponen sobre anticoncepción para que pueda realizarse una elección adecuada del método.
• Las personas que más influyen en la elección del método anticonceptivo son los familiares y/o amigos con un 40,4%. El 2,9% se debe a los medios de comunicación y el 7,8% a redes sociales e internet. Tan sólo el 36,3% están influenciados por las recomendaciones de profesionales sanitarios formados en la materia.
• Los motivos que aducen los/las adolescentes para no utilizar anticonceptivos son: 35,5% porque no mantienen relaciones sexuales, 30,4% por desconfianza y 14,4% porque no les resulta cómodo.
• Actualmente en España hay un 22,9% de mujeres de 15 a 49 años que se encuentran en riesgo de tener un embarazo no deseado. Porcentaje muy elevado si se tiene en cuenta que durante los 4 últimos años se han ido incrementando las interrupciones voluntarias del embarazo (abortos).
• El 30,2% de los/las adolescentes no utiliza preservativo habitualmente. De los/las que utilizan el preservativo, el 86,2% lo usa desde el inicio de la relación sexual, pero el 12,1% lo empieza a utilizar después de iniciada la misma. Esto en sí mismo es un factor de riesgo para contraer infecciones de transmisión sexual y de embarazos no deseados.
• Durante el confinamiento por la pandemia, el 25,6% de adolescentes refiere que ha disminuido la frecuencia de las relaciones sexuales. Por el contrario, el 8,5% las ha incrementado. Este dato nos hace pensar que el confinamiento no se ha realizado correctamente.
• El 1,1% de las chicas adolescentes usó la píldora del día después, postcoital o de urgencia y el 0,7% sufrió violencia de género. Estos porcentajes parece que no son muy elevados pero tienen una repercusión socio-sanitaria muy importante y una trascendencia personal, familiar y social de primer orden.
El análisis de todos estos datos nos ofrece una información básica para poner en marcha actividades que ayuden a mejorar la salud sexual y reproductiva y las relaciones interpersonales entre los/las adolescentes de nuestro entorno. Poco a poco vamos retomando la actividad presencial en los diferentes I.E.S.
Las circunstancias por las que estáis atravesando durante este año, las dificultades a las que os estáis enfrentando, las medidas preventivas que lleváis a cabo y vuestro compromiso con la sociedad son dignos de elogio y no deben desviarnos de nuestro objetivo común, acabar cuanto antes con la COVID-19.